Por: Martha Hecherdorsf
La coordinación entre autoridades permitió mitigar el impacto del apagón en Limarí,
aunque la crisis evidenció la fragilidad de los APR, que sin generadores y frente a
altos costos energéticos, enfrentan serios desafíos en el abastecimiento rural.
Tras el masivo corte de energía que afectó a todo el país, el pasado martes 26 de
febrero, el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) realizó un balance
de la contingencia, donde se analizaron las acciones adoptadas por los servicios
públicos y organismos de seguridad para enfrentar la emergencia.
El delegado presidencial de Limarí, Eduardo Alcayaga Cortés, destacó que la
evaluación de la contingencia fue positiva, resaltando el buen comportamiento de la
ciudadanía y el trabajo coordinado entre las instituciones. “Hemos realizado un
positivo balance tras los análisis técnicos de cada una de las instituciones que
actuamos en esta contingencia. Pudimos observar un buen comportamiento de la
ciudadanía respetando las medidas anunciadas, como el toque de queda”, señaló la
autoridad.
En materia de seguridad, se estableció un reforzamiento de la labor policial en
sectores estratégicos, con un despliegue importante de Carabineros en terreno y
personal de la PDI resguardando a la ciudadanía. Durante la contingencia se
decretó estado de emergencia y toque de queda a nivel nacional.
En la provincia de Limarí se registraron un total de 0 solicitudes de salvoconductos
en la Comisaría Virtual, 54 control identidad en la vía pública, 48 control vehicular,
47 salvoconducto solicitado en la comisaría y 1 detenido por no respetar el toque de
queda.
El delegado subrayó que gracias a la coordinación con el COGRID, se logró
mantener el correcto funcionamiento de los servicios básicos en la provincia.
Durante la emergencia, operaron dentro de la normalidad la red de salud, los
centros penitenciarios, el abastecimiento de agua y la conectividad vial. “Tuvimos
una jornada de arduo trabajo, pero dentro de los parámetros de normalidad en
cuanto al funcionamiento de la provincia”, concluyó.
APR de la provincia afectados
El corte de energía eléctrica ocurrido la tarde del martes dejó en evidencia la
vulnerabilidad del abastecimiento de agua en las zonas rurales debido a la
inestabilidad eléctrica y la falta de generadores en los sistemas de abastecimiento.
“Esto nuevamente pone en evidencia que tenemos que equipar con infraestructuras
capaces de responder a este tipo de emergencia”. Señaló Luis Alfaro, presidente de
la Asociación Gremial de APR Limarí.
Según fuentes del sector, el apagón, que se extendió por varias horas, dejó sin agua
a múltiples APR cuyos estanques de almacenamiento solo pudieron mantener el
servicio por un periodo limitado. “Muchos APR cuentan con sistemas de
acumulación que permiten un margen de operatividad, pero ante cortes
prolongados, la situación se vuelve crítica”.
La crisis expone la urgente necesidad de fortalecer la infraestructura de los APR. “El
gran problema que hay es que más del 70% de los APR son pequeños, con entre 53
y 300 socios. No tienen una capacidad financiera grande para responder a
emergencias”, comentó el presidente de la Asociación. Además, en la actualidad,
un alto porcentaje de estos sistemas carece de generadores para enfrentar
emergencias, lo que afecta especialmente a las comunidades más pequeñas con
menor capacidad financiera. “El Estado ha apoyado a algunos APR con
generadores, pero la gran mayoría aún no cuenta con estos equipos”, afirmó.
El alza en los costos de energía también ha sido un problema recurrente para los
APR. Se reporta que algunos sistemas han visto duplicadas sus cuentas eléctricas,
alcanzando montos de hasta cuatro millones de pesos mensuales. Para enfrentar
esta situación, algunos APR han comenzado a implementar energías renovables
como paneles solares, con proyectos piloto en desarrollo.
“Estamos trabajando en la instalación de paneles solares en tres APR de la comuna
de Ovalle, lo que nos permitirá reducir costos y garantizar un abastecimiento más
estable”, indicaron los gestores de la iniciativa. Sin embargo, se reconoce que estas
soluciones requieren inversiones significativas y apoyo gubernamental para su
implementación masiva.
La reciente interrupción del servicio eléctrico ha reavivado el debate sobre la
necesidad de una mayor inversión estatal y de políticas públicas que fortalezcan el
sistema de abastecimiento de agua en áreas rurales. Con esto la búsqueda de
soluciones integrales se vuelve cada vez más imperativa. Iniciativas como el
proyecto de energías renovables y la colaboración entre autoridades, gremios y
comunidades, definirán el futuro transformador del sistema de abastecimiento de
agua rural de la provincia.