Un estricto control se estaría preparando en Argentina para fiscalizar las llamadas veranadas y que permiten que ganado chileno cruce las fronteras en la cordillera para ir a pastar a suelos trasandinos.
Así lo dio a conocer el propietario de uno de los predios que recibe al 90% del ganado chileno, Gabriel Guevara, quien dijo que él no tenía problemas en recibir todas las cabezas de ganado que fuera necesario, pero advirtió que las nuevas políticas del país hacen que las autoridades hayan decidido aplicar un férreo control, especialmente porque se dan casos en que ganaderos chilenos declaran que van con cierta cantidad de animales cuando en realidad es bastante más con los que cruzan y eluden el pago que corresponde.
Además, Guevara, en contacto vía telefónica, mencionó que la tramitación estaría bastante avanzada y que habría como plazo el 24 de noviembre para la firma de contratos o acuerdos.
Recordó que el año 2019 fue el último año en que los animales ingresaron legalmente a Argentina, porque posteriormente vino la pandemia, pero que los crianceros chilenos continuaron ingresando sin autorizaciones.
“Ahora la idea es que pasen todo bien para que no los estén persiguiendo y se cobre lo que corresponde. En consecuencia, este año se van a realizar los contratos y el que no tenga contrato no va a poder ingresar. En los contratos deben decir exactamente la cantidad de animales que tienen”, sostuvo Gabriel Guevara, quien recordó que producto de una denuncia que se hizo, porque a partir del 2019 los crianceros comenzaron a ingresar en forma irregular sin pagar nada. “En consecuencia, este año va a subir contingente de Gendarmería con drones inclusive y se hará un control muy estricto respecto del ganado que ingrese, porque muchas veces lo que ocurre es que denuncian 300 cabezas e ingresan 2000. Este año, el que mienta en las declaraciones juradas el año que viene se le va a impedir el ingreso”, indicó.
En esa línea, Guevara dijo que a pesar de esto, ellos quieren tener una buena relación con los crianceros desde ahora y para el futuro, advirtiendo que las llamadas veranadas no se terminarán nunca, pero lo que buscan es que las cosas se hagan bien.
NUEVOS ESPACIOS
El propietarios de los terrenos argentinos o superficiario, señaló que “voy a autorizar que ingresen a la zona minera, porque esa prohibición que ha puesto la minería ustedes no tienen la obligación de cumplirla, porque yo les voy a dar las autorizaciones para que ingresen a esos lugares”, dice Guevara, refiriéndose a que los que se dedican a la minería prohíben que ingresen a esos lugares de ricos pastizales, pero que ellos si bien hacen explotación minera, no son los dueños de los predios.
De la misma forma, insistió en que los controles serán estrictos, porque se contabilizarán los animales e incluso a la persona que ingrese más animales de los declarados le decomisarán las cabezas excedentes. “Es importante que de acá en adelante tengan todo ordenadito, los contratos, para que suban a una temporada tranquila y la tengamos ordenada para siempre, porque han sido cuatro años que no han pagado nada y han ingresado en forma ilegal”, dijo, recalcando que no habrá límites para la cantidad de cabezas que quieran ingresar.
ÚLTIMOS TRÁMITES
Por su parte, el gobernador regional, Darwin Ibacache, reconoció que en los próximos días viajará a San Juan para firmar los acuerdos correspondientes para las veranadas.
“Los crianceros van a poder participar en el marco de un convenio con el gobierno de San Juan el que hemos estado liderando y estamos más adelantados que otros años, no tanto como quisiéramos, entendiendo que estos trámites podrían haberse iniciado a comienzos de año, pero hemos avanzado y eso está dentro de un convenio que voy a ir a firmar entre el 18 y el 20 de noviembre que voy a viajar”, señaló el gobernador, quien agregó que también ha conversado vía telemática con su símil de San Juan y reconoció “que el control va a estar más normado que otros años”, recordando que destinan recursos para las veranadas y para la desparasitación de ganado desde el Gobierno Regional.