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El Ovallino
El Programa de Familias de Acogida busca que los residentes de la Provincia del Limarí se unan a la cruzada de brindar protección temporal a niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos, con el fin de evitar que ingresen a sistemas residenciales.

Por Romina Onel

 

Entre las muchas problemáticas que afectan a nuestra sociedad, la protección y bienestar de los niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos, es una de las más importantes, por eso, el programa Familias de Acogida Especializadas (FAE), busca que la comunidad pueda acceder al cuidado temporal de menores que lo necesiten.

Respecto a esto, la jefa técnica del programa FAE PRO de Ovalle, Noelia Valdivia, señaló que “este programa está regulado por el servicio Mejor Niñez, -ex SENAME-, pero también depende de la ONG internacional ADRA Chile, la que a través de los reclutadores de cada comuna, se encarga de captar a las familias de acogida externa”.

Valdivia también especificó que “estamos a cargo de las cinco comunas del Limarí, y si bien recibimos los casos de niños a través del Tribunal de Familia de Ovalle, -los que en su mayoría quedan al cuidado de sus familias extendidas, es decir, hermanos, tíos y abuelos-, en sí, nuestro objetivo es captar familias de acogida externas, con el fin de sacar a los niños de los sistemas residenciales”.

Con relación a las estadísticas que se manejan actualmente, Valdivia argumentó que “la cultura del acogimiento en Chile, es bastante baja en comparación a otros países” y agregó que “aunque este es el año que mejor nos ha ido, actualmente, a nivel provincial solo tenemos 7 familias de acogida externas en proceso de evaluación”.

Ahondando en este tema, Valdivia sostuvo que “esto tiene que ver con el mito que hay alrededor de acoger a un niño que viene con causas proteccionales, el temor respecto a las familias de origen y a la posibles existencia de conductas modeladas en el niño, lo que podría significar ciertas implicancias en la vida familiar. También preocupa el momento de desvinculamiento, cuando termina el periodo de acogida”.

Además de esto, Valdivia se refirió a la importancia de incentivar a las familias a ser parte de esta iniciativa y aseguró que “la idea es evitar que los niños pasen parte de su infancia en una residencia, ya que a través del acogimiento de una familia estable, los niños darán inicio a su vida adulta de una manera más sana, porque a pesar de que no habrá un vínculo consanguíneo, la parentalidad es algo social, que se aprende”.

 

El proceso

 

El psicólogo interventor y encargado de difusión del FAE PRO Ovalle, Italo Riquelme, también conversó con El Ovallino respecto a este tema y detalló que “el proceso consta de la postulación, la sensibilización, -donde se explica en qué consiste el acogimiento y se resuelven dudas-, después viene la evaluación de las competencias parentales de la familia, -etapa que dura 2 meses-, tras esto, viene la capacitación, -que dura 1 mes y está asociada a lo que pudo observarse en la evaluación-, y finalmente queda la espera del acogimiento”.

Riquelme también explicó que “el tiempo de acogimiento son aproximadamente 18 meses, periodo en que las familias externas son apoyadas por un equipo psicosocial. Al mismo tiempo, se realiza un trabajo terapéutico con la familia de origen, -para que se tome consciencia de las vulneraciones que se cometieron-, y con el niño, para que se pueda resignificar la experiencia traumática, además de contener el impacto que podría generar la medida judicial de alejamiento, ya que el objetivo principal de nuestro programa es que los niños retornen con su familia de origen”.

En relación a las razones de porque las postulaciones de familias son tan reducidas, el psicólogo afirmó que “yo creo que la gente está interesada en apoyar a los niños, pero hay mucho desconocimiento, pero también creo que hay un factor económico, a pesar de que el programa contempla un apoyo en esa materia”.

En la espera

Desde hace un tiempo, Alicia Barraza y su pareja, Andrés Pastén -quienes viven hace seis años en el sector de La Chimba-, están a la espera de convertirse en una familia de acogida externa y por eso, quisieron compartir su experiencia con El Ovallino.

Sobre esto, Pastén manifestó que “nosotros trabajamos en torno a educación y siempre nos hemos encontrado con situaciones de precariedad, lo que nos ha motivado a querer ayudar y por eso hemos decidido tomar este camino” y añadió que “en la sociedad en la que vivimos, es muy importante que nos ayudemos los unos a los otros, sobre todo si se trata de niños”.

Por su parte, Barraza relató que “una amiga que trabaja en FAE, nos contó de este programa y aunque pensamos en adoptar, nos dimos cuenta que con esta opción puedes ayudar a muchos más niños”.

En relación a esto, Barraza destacó que “me gustaría decirle a las familias que tienen ganas de acoger que lo intenten, porque es maravilloso poder sentir que se puede ayudar a construir otro tipo de realidad para un niño que ha sido vulnerado en sus derechos” y expresó que “estamos sumergidos en un sistema muy individualista, que nos orilla a fijarnos en lo que nos puede producir daño, pero creo que más que pensar en el momento de la separación del niño, debemos pensar en lo mucho que podemos ayudar desde la comunidad”.

Cabe mencionar que las familias interesadas en postular al programa FAE, pueden encontrar mayor información ingresando a la web de adra.cl o del servicio mejorninez.cl.-

 

 

 

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