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Roberto Rivas Suárez
La nueva regente de la cartera educativa en la provincia aseguró que se trabajará en descentralizar la forma en la que los recursos se asignan a las escuelas rurales de la provincia, que tienen una realidad muy diferente a las urbanas. Señaló que la prioridad en este minuto es fortalecer la convivencia escolar en todos sus ámbitos.

Con experiencia docente en varias ciudades del país y una trayectoria de más de tres décadas, la profesora Susana Torres Pérez, asumió recién la semana pasada como la nueva Jefa Provincial de Educación.

Santiaguina de nacimiento, serenense de formación académica (Profesora de Historia y Geografía de la Universidad de La Serena) y ovallina por sus últimas labores como supervisora (siete años) en el Departamento Provincial del Limarí, Torres asegura conocer las necesidades de los colegios, esperando poder aportar para lograr un equilibrio en recursos y asignaciones entre centros educativos urbanos y rurales, que son estos últimos la mayoría en una provincia tan dispersa como la del Limarí.

Torres Pérez posee un postítulo en orientación y Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa de la Universidad Central, y trabajó como profesora y orientadora en Santiago, Coyhaique y Coquimbo.

En conversación con El Ovallino explicó cuáles serían las prioridades que debe abordar desde su cargo en las actuales circunstancias.

-“Nuestro principal desafío tiene que ver con la Convivencia Escolar. En mi perfil, como yo trabajé en áreas de Convivencia Escolar, por mi formación además de Orientadora, eso siempre ha sido un tema principal para mí, en todo lo que implica: en el tema de inclusión, de igualdad de género, de los valores, del respeto, de la colaboración. Así que para mi forma de ver, la convivencia escolar es una cultura del buen vivir dentro de la escuela. Pero no solo con respecto a los estudiantes, sino también en torno a los adultos, porque a veces los adultos creen que la razón de ser de la convivencia escolar es solo para los estudiantes”

Destacó que los alumnos deben ver entre los adultos de la comunidad educativa –profesores, asistentes de la educación, apoderados- un modelo de respeto entre ellos, porque es primordial el ejemplo.

“Es fundamental que nos vean como nos comportamos, ya que somos su ejemplo. Cuando uno predica, pero no practica, es difícil tener normas claras con los hijos y alumnos, porque cuando uno vive en un sistema de normas claras entre adultos, es más fácil para las unidades educativas que los estudiantes acaten las normas de convivencia”.

A ese respecto aseguró que la pandemia fue un factor que retrasó todos los procesos de integración en las comunidades educativas, ya que las labores educativas se realizaron a distancia y sin interacción entre jóvenes, o de los jóvenes con los adultos. Apuntó que tras dos años complejos, muchos estudiantes no pasaron por un proceso normal de escolaridad y algunos incluso comenzaron el Tercer Año Básico sin haber compartido con sus compañeros.

“Eso nos jugó una mala pasada, no solo con los niños, sino también con los apoderados. Porque muchos de los adultos no han vivido el proceso de ser parte de una comunidad educativa, sino solo en línea y sabemos que esa modalidad tiene sus ventajas, pero que es muy difícil poder transmitir a través de una pantalla los valores que se pueden dar o generar en una comunidad educativa”.

Ruralidad limarina

Consultada acerca de las primeras pautas a seguir, para convertir en acción la promesa de la descentralización del gobierno del presidente Boric que ahora ella representa, la docente indica que es un “tremendo desafío” el que tienen enfrente.

“Yo por haber sido supervisora de escuelas rurales, sé de los tremendos sacrificios que hacen sus docentes y creo que nos falta mucho de la descentralización en un tema de recursos, sobre todo para la infraestructura de algunos establecimientos. No podemos dejar de lado el problema que tenemos con la sequía, eso afecta a la comunidad completa y a nuestras escuelas. Los sostenedores tienen que velar por proveer el recurso hídrico, que es escaso. De la manera en la que el gobierno busca descentralizar en todos los ámbitos, también lo tiene que hacer en educación, porque uno de los principales desafíos es fortalecer la educación pública, que en nuestra provincia tiene una muy alta matrícula”.

Sobre los planes de que el Ministerio retome el control de los colegios municipalizados a través de los Servicios Locales, Torres señaló que es un proceso que podría tardarse todavía un par de años.

“Con ese paso podría garantizarse mayor inyección de recursos, porque las escuelas pasarían a ser –a través del Servicio Local- parte del Ministerio de Educación”.

Estimó que en ese momento tendría que revisarse el sistema de entrega de subvención, considerando que hay escuelas que tienen una matrícula muy baja, pero una alta demanda académica.

“Cuando hablamos de inclusión e igualdad, también tenemos que hablar del tema de equidad, cómo los niños de escuelas rurales pueden acceder en igualdad de condiciones al mundo actual, y no solo a su escuela, sino a la sociedad actual”, puntualizó la docente.

 

 

 

 

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