Lluvias

El agua caída en los meses de junio y julio provocaron que la situación hídrica mejorará con respecto al año pasado, pero sigue siendo insuficiente para dejar atrás la sequía.

Si bien es un cauce natural de aguas de lluvias, desde hace uno cinco años el Pasaje Cristóbal Colón es la boquilla del embudo que se forma en la parte alta de la ciudad, inundando varias de las casas de la zona y siendo un riesgo para todos los vecinos. Desde la municipalidad aseguraron estar desarrollando un plan que daría una respuesta definitiva a la problemática.

Hasta el 30 de junio de este año el total de agua acumulada por lluvias había superado en un 300% lo logrado en la misma fecha del 2019, dejando un balance positivo e inesperado en la región, puesto que las proyecciones hablaban de un invierno seco, por lo que se espera que julio y agosto se mantengan lluviosos y con nevadas en la cordillera con el fin de asegurar una nueva temporada a quienes trabajaban bajo el sistema de regadío.

Para fines de esta semana se espera la llegada de probables precipitaciones, las cuales sin embargo, no lograrían aliviar la situación de sequía que se vive en la región, la cual vivió su agosto –y por ende el invierno – más seco de los últimos años. Para el futuro inmediato tampoco se esperan grandes variaciones en un contexto climático que, al menos, se mantendría hasta mayo de 2020.

Las fuertes lluvias de la semana pasada hicieron estragos en algunas comunidades de Calama, pero la solidaridad ovallina se hizo sentir y se enviaron al menos cinco toneladas de apoyo humanitario

Ante el frente con características de temporal ya se han tomado medidas para enfrentar cualquier dificultad que pudiera producir. Se esperan entre 25 a 45 mm de agua caída en Limarí.