La sequía está cada día avanzando un paso más. Este jueves, el Presidente Sebastián Piñera lideró la segunda entrega de ayuda para los más afectados que contó con sacos de maíz y harina de soja para los beneficiarios de Indap.
Sin embargo, cada vez se suman nuevos problemas para los crianceros que necesitan dar forraje a sus animales. Es el caso de Luis Maya, campesino de Las Ramadas de Punitaqui y quien conforma la comunidad de beneficiarios que recibió el aporte de Indap y del Gobierno.
“Me ha afectado harto esta sequía, se me han muerto hartos animales y ahora estoy intentando salvarlos. Perdí toda la crianza nuevas y solo tengo cabras adultas, ya que las crías nacían y se morían, por falta de leche”, comienza contando el criancero.
Agradece la ayuda que recibió en esta segunda pasada por parte del Indap para dar de comer a sus 80 cabras, pero dice que aún es insuficiente para soportar la cruel temporada que se avecina.
“Sirve bastante, pero es muy poco. Debiera ser un poquito más, así nosotros podríamos tener a nuestros animales encerrados y no salir a buscar forraje por allí, ya que al sacarlos, las cabras gastan energía y hay que tener más alimento. Porque si los alimentas en la mañana y los sacas al campo, no servirá de nada ya que gastarán toda esa energía.
Sin embargo, otra preocupación más se agrega al drama que viven los crianceros de la región. El aumento de talaje (pago por arriendo de un terreno) para que el ganado caprino pueda ir a comer la hierba del lugar ha incrementado su valor. Y es que la escasez de agua en la zona ha provocado que los dueños de los terrenos aumenten el valor de la hectárea. Así lo reporta el mismo Luis, ya que el alza es de $300 mil.
“Es muy caro, ha subido en el último tiempo, porque por una hectárea de pasto están cobrando cerca de $800 mil. Y la ganancia que hay es solo para salvar a los animales. ¿Si hay plata para uno? Yo le digo que no, es muy poco, porque nosotros debemos estar pagando agua, luz y otras cosas que necesitamos para vivir”, afirma.
POSIBLE OPCIÓN
Una problemática que también estaría afectando a otros crianceros, pero que la autoridad agrícola no manejaría cifras de cuántos de ellos utiliza el arriendo de terrenos ajenos para alimentar a su ganado que urge de alimento.
La situación se torna más compleja cuando la misma autoridad no tendría las competencias necesarias para involucrarse en una negociación de estas características, alago así como un mediador.
“No tenemos mucho como influir como Gobierno al ser una negociación entre privados. Es un contrato entre crianceros y el dueño del terreno en cuestión. Efectivamente hay una mayor demanda de terrenos por esta emergencia hídrica y esos valores pueden incrementarse. La gente está incrementando los precios y en estos momentos hay una fuerte presión por encontrar terrenos”, dijo el seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes.
Por ahora, las autoridades no prevén medidas en este aspecto para colaborar con los crianceros, pero sí están evaluando una opción similar al del ganado bovino de las comunas de Illapel y Salamanca que enviaron a pastorear a la región de Ñuble.
“Ante esta situación de mortandad de animales que se está viendo, el Sag puso a disposición un predio en esa región, un terreno que es de propiedad del Servicio Agrícola y Ganadero, donde no se les cobra talaje, pero sí los ganaderos tuvieron que pagar el flete. Estamos evaluando todas las alternativas, se han hecho varias consultas por parte del ministerio de Agricultura, y estamos esperando las respuestas a las consultas si es que hay terrenos disponibles en el sur del país y tener la posibilidad de enviar ganado caprino y bovino, pero deben existir ciertos criterios para poder enviar el ganado”, explicó el secretario ministerial.
